Nuestras promesas deberían ser lo último que deberíamos tomar a la ligera ya que son nuestro medio de confianza que nosotros brindamos hacia una persona que nos hace prometer algo especial,
las promesas que jamás debemos romper porque una vez que lo hagamos es muy difícil que vuelva a suceder que una persona vuelva a confiar en nosotros porque ya consta de un hecho en el que nosotros defraudamos lo que habíamos prometido.
Que nunca rompamos nuestras promesas nos hará mejor persona y no solo de adentro sino que también cambiará nuestra persona externa y ante los demás seremos personas en las que podrán confiar.
